Como dibujante, siempre he sentido admiración por aquellos grandes del dibujo. Empezando desde los más clásicos como
Giotto que decían que era capaz de dibujar un círculo perfecto a mano alzada en ambos sentidos, llegando a
Jack Kirby que empeaba una viñeta por un extremo y terminaba por el otro, sin hacer ninguna clase de bocetos previos. Hay que tener claro que dibujar es ante todo un acto de inteligencia, y que sin duda, estos son casos de dibujantes muy inteligentes y habilidosos.
Este mismo año, la editorial Astiberri publicará
A drifting life, la autobiografía del dibujante de gekiga
Yoshiro Tatsumi. En ella cuenta la maravillosa forma de dibujar de la que hacía gala (al menos en algunas ocasiones)
Osamu Tezuka, el padre del manga y dibujante incansablemente prolífico.
Disfrutadlo.
Fuente:
Entrecomics
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