Y por fin, con todos vosotros, el ganador del concurso de relatos de Diciembre - Enero, que esta vez ha sido:
John C. Smith, con su historia "El último hijo de Alenthas"
La noche empezaba a asomarse por el horizonte. La sangre de miles bañaba la llanura en la que permanecía a duras penas en pie el último caballero de ese antaño glorioso ejército. Otro hombre en su situación llevaría largo rato en el infierno. Sin embargo, el último hijo del reino de Alenthas, sujetado a este mundo más por el orgullo del guerrero que por otra cosa, se resistía a dejar una batalla que llevaba perdida desde que comenzó.
La sorpresa de los soldados del ejército invasor ante la insistencia en permanecer vivo del guerrero desconocido no había dejado indiferente a su general. Este, dotado más para la estrategia que para el combate, no alcanzaba a entender lo que estaba viendo.
En años de conquista por todo el continente, no habían tenido rival. Muchos de sus contrincantes se habían convertido, en cuestión de horas, en sus más fieles vasallos. No es que no hubieran encontrado resistencia en otros pueblos, pero ninguno mostró tal terquedad en sobrevivir como los de ese pequeño reino.
Intrigado, el general mando a sus tropas detenerse y se acercó, a lomos de su caballo, al guerrero.
- Deteneos, noble guerrero, y dejar de luchar en una batalla que ya habéis perdido.
Desfallecido, el guerrero intentó atacar con su maza al general, pero ni siquiera rozó al caballo.
- ¡Nunca me rendiré!
- ¿Y que harás? Somos miles contra ti. – dijo el general, desconcertado - No tienes oportunidad de salvar a tu pueblo.
Una sonrisa apareció en el rostro malherido del guerrero.
- ¿Aún pensáis que lucho para salvar a mi pueblo? Mi reino estaba perdido desde que llegaron. Nunca fuimos rival.
- Entonces, ¿por qué luchas? ¿Qué motivo hay para tanta resistencia?
- Aunque ya no quede nada por lo que luchar, señor, aún sigue siendo mi hogar.
- ¿Prefieres morir a rendirte?
El maltrecho rostro del guerrero mostraba, sin embargo, una serenidad tal que removió las entrañas del frío general.
- No, señor. Prefiero morir a rendir todo por lo que ha luchado mi pueblo. En poco tiempo, me uniré a mis hermanos en el infierno. Que en el eterno pesar que les espera, por lo menos guarden el orgullo de que el último hijo de Alenthas luchó hasta el final.
El general, diestro en otras muchas ocasiones con la palabra, esta vez no supo que decir. La firmeza del guerrero encontrándose en el umbral de la muerte le había conmovido. Si quería morir como un guerrero, así moriría. A su señal, el ejército volvió a atacar.
Cuando el sol se había ocultado, el último guerrero de Alenthas finalmente perecido. Alenthas había caído, pero su espíritu y el de sus valientes guerreros siempre permanecería vivo.
El finalista de este mes ha sido Esterano, con su relato sin título.
Muchas gracias a todos por participar. El mes que viene más y mejor ^^
sábado, 31 de enero de 2009
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